Sófocles (496-406 a. C.), cuyo nombre significaba el sabio y el celebrado, veía hombres resignados a un destino implacable, desgarrados en lamentos, y así lo demuestra este drama de conflictos. Todos pueden entender el de Antígona (430 a. C.), porque es netamente humano. ¿Quién puede más? ¿El rey que ordena sólo un día o los dioses que lo hacen imponiendo sus fallos y haciendo caso omiso al tiempo? Tal es el dilema que se plantea.
Las condiciones soberbias de sus tragedias, que han sobrevivido al tiempo y a las traducciones, brillan por el dominio de su técnica y por su estilo. Su carisma en la expresión, típicamente clásico, vigoroso y emotivo concuerda con una estructura también clásica, donde cada frase actúa como un engranaje que colabora para que la acción alcance su clímax y su sentido global. Para muchos estudiosos de los griegos, Antígona es la mejor tragedia de Sófocles. Y si consideramos la importancia del poeta, podremos convenir en que estamos ante una de las tragedias más importantes de todo el teatro griego.
Páginas: 64
Formato: 19 x 12 cm